CÓMO EL ARTE SE CONVIRTIÓ EN TERAPIA
Aunque la arteterapia parece una alternativa psicoterapéutica bastante novedosa, la verdad es que la idea de que el arte tiene propiedades curativas nos ha acompañado desde que las pinturas rupestres existen, eso hace más de 30mil años atrás.
Poniendo de manifiesto que los seres humanos hemos buscado el bienestar en colores, formas y notas musicales.
Pero no fue hasta los años 30 cuando psiquiatras, psicólogos y terapeutas empezaron a percibirlo desde un lugar más serio.
Y junto a muchos artistas que también notaron los beneficios del arte, se juntaron para conocer si realmente se encontraba bienestar allí.
Otros antecedentes que dieron sentido a la disciplina, fueron las historias de artistas que habían padecido algún tipo de trastorno mental o cuyas vidas se caracterizaban por ser dolorosas.
Muchos de estos artistas reportaban cómo el arte les había salvado o al menos aliviado el sufrimiento como es el caso de Frida Kahlo, Vincent Van Gogh y Louise Bourgeois por nombrar algunos.
Es así como nos queda la siguiente pregunta por responder
¿El arte se relaciona con el bienestar psicológico?
Si, el arte es un medio para recrear y representar lo real e imaginario.
Sirve como puente entre la realidad interna y la realidad externa permitiendo mostrar la sensibilidad humana.
De esta manera, funciona como un medio a través del cual podemos expresar los pensamientos y las emociones.
Pero su cualidad más importante, desde mi punto de vista, es la de transformar el mundo externo e interno.
Esto significa que basta con agregar un color más alegre a lo triste, romper lo perfecto o coser lo dañado para que lo de antes se convierta en lo de ahora y se experimente de la forma más directa posible la responsabilidad que tiene cada quien de su propia transformación.
Así, el arteterapia se convierte en una disciplina que busca el bienestar integral de las personas mediante la utilización de recursos artístisticos como la pintura, la música, la danza, el teatro, etc.
Enfocando sus esfuerzos en comprender y utilizar el arte desde un lugar intencionado más que espontáneo.
En el que la cualidad aparentemente natural que tienen las disciplinas artísticas de propiciar bienestar sea utilizada por fin, terapéuticamente.
Artículo realizado por:
Bellymar Moreno. Psicóloga especializada en Arteterapia. Madrid, España
Instagram: @dementeacuerpo
Ilustraciones realizadas por:
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