Amistad en tiempos de pandemia

La amistad en tiempos de pandemia, puede ser una de las cosas en las que quizás muchos nos hemos visto sometidos en esta circunstancia a ver reducidas, asi como, reducidas nuestras opciones para cultivar nuestra vida social.

Situación que puede resultar ingrata tomando en cuenta que toda una serie de actividades han tenido que ser dejadas de lado.

En este sentido considero que una opción para aquellos que desean mantener sus vínculos sociales es echar mano de las modalidades de comunicación que la tecnología nos permite.

Sin embargo, hay que tomar en cuenta que las relaciones presenciales son insustituibles en cuanto a su riqueza se refiere.

Si bien estas tecnologías incluso antes de la pandemia han propiciado el desplazamiento de las relaciones presenciales, es importante no dejarlas de lado por los beneficios que estas tienen para la salud mental.

Ya de por si una conversación con un amigo con el cual se puedan compartir una serie de cosas que usualmente permanecen en nuestras mentes sin ser habladas, puede ser muy útil cuando se atraviesa por una situación a la que no se le encuentra solución, pero cuando esta conversación es presencial estos efectos resultan magnificados,.

Pues cuando nos comunicamos no solo lo hacemos a través de palabras, también nuestros cuerpos se comunican, y no me refiero a lenguaje gestual sino a algo más sutil.

¿Algo más sutil?

Cada vez que experimentamos bienestar, en nuestro cuerpo se generan una serie de reacciones bioquímicas y energéticas, las cuales son transmitidas a nuestro entorno.

Más que una especulación, este argumento lo esgrimo desde mi experiencia, pues tengo el hábito de practicar meditación vipassana.

La cual consiste en enfocar la atención en cada una de las sensaciones del cuerpo y he tenido la experiencia de sentir la diferencia entre meditar solo y meditar con otros compañeros, la diferencia es notable.

Igualmente he escuchado de gente que practican técnicas como el chi-kun y refieren que es muy distinto hacerlo solo que hacerlo en grupo.

Cuando realizamos actividades en grupo y disfrutamos de ellas compartimos nuestras buenas vibraciones y recibimos las buenas vibraciones de los demás, es por ello que este tipo de actividades son insustituibles por los contactos a distancia que nos facilitan las tecnologías de la comunicación.

En este sentido, deseo transmitir que si bien es útil hacer uso de estas tecnologías sobre todo en estos tiempos, es beneficioso no dejar pasar las oportunidades para compartir con otros de manera presencial.

Se cuenta que una vez el asistente del Buda Gautama, Ananda, le ha dicho a este que ha comprendido que tener buenos amigos es la mitad del camino hacia la iluminación, el Buda le ha respondido que no, que hacerse de buenos amigos es todo el camino hacia la iluminación.

Autor:

Jesús García. Licenciado en Psicología, Universidad Yacambu.

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