Terapia sistémica familiar

Este tipo de terapia nace del enfoque sistémico, donde se considera que el comportamiento humano es el producto de interacciones que los individuos mantienen dentro de un grupo, es decir, un sistema. Existen diversos sistemas e interacciones pero el más influyente es el compuesto por las familias nucleares y extensas de una persona.

Este enfoque tiene una perspectiva holística e integradora, considera que lo importante son las relaciones que una persona mantiene y los componentes que surgen a partir de estas, además, pone énfasis en que las relaciones familiares forman una parte importante en la salud emocional de cada miembro de su familia.

Consiste en un enfoque terapéutico que se aplica a diversos trastornos que se desenvuelven dentro de un grupo, en este caso, la familia. Se lleva a cabo en forma de sesiones en la que acuden los miembros de una familia particular, tanto las sesiones como las técnicas a utilizar dependerán de los objetivos de la terapia, las edades, necesidades, preferencias y recursos de los participantes de la misma.

El terapeuta adopta un enfoque objetivo entre los miembros de la familia, donde se insta a los familiares al intercambio de conocimiento y puntos de vista con los demás, lo que les permite discutir sobre los problemas que están poniendo en tensión sus relaciones.

Objetivos de la terapia sistémica familiar:

Este enfoque tiene como objetivo encontrar solución a los problemas prácticos y reales dentro de las dinámicas familiares, basándose en reconocer los patrones disfuncionales dentro del comportamiento de las familias que acuden a terapia, dejando de lado el diagnostico o la identificación de quien tiene un problema.

Entre los principales objetivos se encuentran: 

1. Aumentar la comprensión mutua
2. Estimular el apoyo emocional entre los miembros del sistema familiar
3. Desarrollar estrategias de afrontamiento y habilidades de resolución de problemas
4. Entender el funcionamiento de la familia
5. Desarrollar habilidades de comunicación